Histórico
Conoce algunos de los casos representativos del patrimonio astronómico histórico de Chile. Desde mediados del siglo XIX existen en Chile observatorios que cambiaron la manera en que estudiamos el cielo. Estos lugares marcaron un antes y un después en la astronomía local y hoy son parte de nuestra historia científica.
¿Te fijaste que los observatorios suelen instalarse sobre los cerros?🔭✨ ¿Quieres saber más? ¡Pronto una nueva sorpresa! 🌟 Mientras tanto, comparte la experiencia y sigue explorando el cielo. 🚀🌍
En 1843 Valparaíso acogió el primer observatorio astronómico profesional de Chile. Su fundador, el relojero escocés Juan Mouat, instaló allí un telescopio de tránsito para medir el tiempo con precisión, dato que permitía a los barcos navegar. En 1963, un siglo después de su cierre, fue declarado Monumento Histórico Nacional, aunque con el nombre erróneo de Castillo San José. Si bien ya no está en uso y sus instrumentos se perdieron, el edificio sigue en pie, recordando cómo la astronomía ayudó a orientar el tránsito marítimo mundial.
En 1849, una expedición científica norteamericana instaló un observatorio en el Cerro Santa Lucía. Tres años después, el Estado de Chile lo convirtió en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) y lo trasladó a un nuevo sitio frente a la Quinta Normal (1856). En 1910 fue nuevamente reubicado, esta vez a Lo Espejo, a un edificio que lamentablemente no se conserva. Finalmente en 1960, bajo la administración de la Universidad de Chile, el OAN se estableció definitivamente en el Cerro Calán donde hoy, aunque la luz de la ciudad limita su uso científico, sigue siendo un sitio clave para la enseñanza y divulgación de la astronomía.
En 1903, el Observatorio Lick de la Universidad de California instaló un telescopio en la cima del Cerro San Cristóbal, dando inicio a la astrofísica en Chile. En 1929, Manuel Foster Recabarren lo adquirió y lo donó a la Pontificia Universidad Católica de Chile, asegurando la continuidad de su edificio y telescopio originales. También afectado por la luz urbana y su antigüedad, el Foster sigue funcionando como un importante espacio de divulgación y turismo astronómico. En 2010, fue declarado Monumento Histórico Nacional, reconociendo su legado para la ciencia y la cultura del país.
En 1967 Chile y la Unión Soviética construyeron un observatorio único en lo alto del Cerro El Roble. Su telescopio Maksutov, el más grande de su tipo, permitió explorar el cielo con una precisión nunca antes vista en el país. Tras el golpe de Estado de 1973, la administración del observatorio fue traspasada a la Universidad de Chile, marcando un cambio en su historia. Aunque hoy ya no está en funcionamiento, su estructura y telescopio se mantienen en su sitio, recordando como la colaboración científica internacional ha sido fundamental para la astronomía chilena.